El AOS por sus siglas significa Síndrome de Apneas Obstructivas del Sueño.
Y para entender mejor la definición, apnea significa literalmente “ausencia de respiración” o “dejar de respirar”. Una apnea es un bloqueo completo del flujo de aire durante al menos 10 segundos o más.
Cuando se deja de respirar involuntariamente, el centro de control respiratorio envía una señal de activación al cerebro para que siga respirando. Una persona puede despertarse y luego volver a dormirse y así durante toda la noche, incluso si no es consciente de ello.
Como se puede imaginar, no recibir oxígeno y estar constantemente estimulado a respirar de nuevo, hora tras hora, noche tras noche, somete al cuerpo a un alto grado de estrés.
¿Qué es la Apnea posicional del sueño?
La apnea posicional del sueño es la ausencia de la respiración durante unos segundos cuando se duerme provocada por la POSTURA que la persona utiliza para dormirse. El tiempo en el que la persona deja de respirar es de mucha importancia porque puede provocar enfermedades, alteraciones y complicaciones en la salud de las personas.
Por estos motivos tan serios es que se han desarrollados productos específicos para tratarla, consiguiendo excelentes resultados dependiendo de cuál se emplee.
Algunos de los signos que pueden hacernos sospechar que podríamos padecer AOS son:
Se producen fuertes ronquidos.
Se deja de respirar cuando se está dormido (detectado por otra persona).
Respiración en forma de jadeos.
Sequedad de boca.
Posibles cefaleas o dolores de cabeza al despertarse.
Posible insomnio.
Posibilidad de sueño excesivo en el día.
Cáncer de pulmón.
Falta de concentración.
Nota: será el facultativo cualificado en la alteración del sueño, quien determine si un paciente tiene apnea posicional del sueño.