Enfermedades de Despacho
Cómo las “enfermedades de despacho” pueden perjudicar tu descanso
Problemas en la espalda, dolencias coronarias, aumento de peso, problemas de sueño… trabajar demasiadas horas puede acarrear numerosos problemas. Prevenirlos y, sobre todo, saber tratarlos a tiempo te ayudará, en gran medida, a solucionar tus problemas de sueño y descanso.
Hay trabajos que lo exigen y, en otras ocasiones, es demasiada la atención que se les dedica en forma de horas extras gratuitas o como superación profesional. Pero lo cierto es que los trabajadores españoles pasan interminables jornadas sentados en la oficina frente a la pantalla del ordenador.
Según Bruselas, España es uno de los países que más trabaja en la Unión Europea pero también uno de los menos productivos. Y es que pasar horas sentando en una oficina no tiene porque ser sinónimo de trabajo. Y ni tan siquiera es sinónimo de buena salud. A veces, no queda otra que trabajar muchas horas e incluso robando tiempo a la propia vida personal. Pero en otras, los hay quienes están enganchados al trabajo y a la oficina, y convierten esos metros cuadrados en una auténtica obsesión. Esto, tarde o temprano, repercute en tu descanso
Se las conoce como “enfermedades de despacho”, aquellas que surgen por una sobrecarga laboral tanto impuesta como adquirida. Lejos de optar por medicamentos hay otras opciones para tratarlas, pero lo importante es identificarlas a tiempo y hacer algo para solucionarlas. Un consejo antes que nada: no sacrifiques horas de descanso.
Dolores de espalda y riñones
Son las dolencias típicas de aquellos hombres y mujeres que, con el tiempo, empiezan a acumular horas y horas sentados en la butaca de un despacho. Tarde o temprano, acaban apareciendo y en algunas ocasiones llegan a trastocar por completo la vida de estas personas. Estar sentado o sentada todo el día repercute, sí o sí, en la salud de la propia anatomía. Los dolores de espalda son incluso objeto de baja laboral y para muchas personas llevar una faja lumbar se puede convertir en un complemento más que llevar cada día al trabajo. Y es que tener curvada la espalda durante muchas horas, muchos días y muchos meses cada año lleva, inevitablemente, a que el cuerpo tarde o temprano se resienta.
Pinzamientos de espalda, contracturas musculares por malas posturas que se repiten, desviación de columna… son muchas las dolencias que puede sufrir nuestra espalda en las llamadas enfermedades de despacho. E incluso nuestros riñones pueden sufrir capítulos de estrés y sobrecarga e impedir, un buen día, hasta levantarnos de la cama. Para corregir estas enfermedades de despacho existen diferentes alternativas como por ejemplo visitar semanalmente a un fisioterapeuta para que ayude a destensar el cuerpo, acudir cada cierto tiempo a un SPA para eliminar el estrés, practicar natación algunos días a la semana y vencer el inmovilismo de nuestras articulaciones.
Estrés
Según un informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), desde 2004 y en poco más de una década, en España se ha aumentado más del doble la ingesta de antidepresivos y medicamentos similares. Píldoras en búsqueda de calmar la tensión acumulada y encontrar la absoluta felicidad pero que, en muchas ocasiones, conllevan a una mala adicción y tampoco aseguran que ofrecerán a quienes la toman el efecto deseado. El estrés por pasar horas y horas en los despachos y en las oficinas puede repercutir en diferentes aspectos: irritabilidad, una mala alimentación, problemas cutáneos, pérdida de pelo y, cómo no, insomnio… ¿qué hacer cuándo se presentan alguno de estos síntomas de las llamadas enfermedades de despacho?
Programar el trabajo y plasmar de antemano no superar ciertas horas de trabajo a la semana, ayudará a no robar tiempo al descanso y evitar ser un o una esclavo o esclava del estrés. El estrés puede incidir directamente en problemas con la familia, los hijos y la pareja, y puede provocar capítulos importantes de depresión e incluso suicidios. No vale la pena vivir con una tensión permanente que puede avivar las llamas de la infelicidad y provocar, también, patologías gástricas, intestinales e incluso coronarias. Levantarse cada día pensando qué hacer después del trabajo, hacer ejercicio, pasear con la familia, realizar una actividad extralaboral que llegue a llenar, ayudará a pensar cada día cuando suena el despertador que solo hay por delante otro día más de trabajo.
Una mala visión
Es otra de las enfermedades de despacho más comunes, los problemas en la vista. Vivir pegado a las nuevas tecnologías y estar observando todo el día infinidad de dispositivos electrónicos o forzar la vista para leer innumerables informes, datos, etc… puede acarrear problemas a la hora de ver que, unidos al estrés, pueden llevar a serios problemas de vista. Manchas que no desaparecen, una vista cansada, ojos rojos o lagrimales que lloran sin motivo aparente, episodios de vista nublada o aumenta de la miopía, por solo citar alguno de los problemas más frecuentes, pueden llevar a obsesionar y estresar más a una persona. Una buena graduación, un control rutinario de la visión por especialistas, realizar ejercicios visuales para destensar la visión ayudará, sin duda, a mejorar la sensación en los ojos, no usar o leer información laboral fuera del horario laboral.
Problemas cutáneos
El cuerpo es sabio y acumula toda la información y el trato que le vamos acumulando a lo largo de la vida. Realizarle cuidados y mimarlo ayudará q que, cuando alcancemos cierta edad, nuestro aspecto y nuestro organismo estén en plenas facultades. Si el estrés puede desencadenar enfermedades como el Alzheimer o si no cuidar nuestra vista puede repercutir seriamente en la aparición de cataratas, descuidar el cuidado de nuestra piel por el estrés de trabajar horas y horas en el despacho puede provocar la aparición de diferentes enfermedades cutáneas con el paso del tiempo que se agravan si padeces un mal descanso. Además, no usar cremas hidratantes adecuadas, no visitar al dermatólogo cuando veamos algún problema en la piel que persiste con el tiempo y los malos hábitos alimenticios, pueden llevar a que la piel se rinda y nos reporte, incluso, un aspecto descuidado, una apariencia más envejecida, la aparición de ojeras y más arrugas que pueden ser el espejo de miles de horas de sobresaturación laboral.
Obesidad
Y como no, una mala alimentación provocada por el estrés y las prisas, unido a comer fuera de casa, puede llevar a un aumento de peso e incluso la obesidad. Este es sin duda uno de los mayores problemas de las enfermedades de despacho. Si las comidas por motivos de trabajo se repiten con asiduidad y las sobremesas con compañeros y jefes también (no queda otra) cuidar la alimentación por la noche, realizar ejercicio físico regular y cuidar lo que se come en esas reuniones será una buena alternativa para prevenir las enfermedades de despacho relacionadas con los malos hábitos en la comida. Preparar la comida de casa, realizar una dieta equilibrada bajo recomendación médica. no satisfacer el estrés con más comida, deben ser otras reglas a seguir. Reduciendo tu peso descansarás mejor y te ayudarás a ti mismo en posibles problemas de apnea del sueño.
Terapia Cpap
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